Mapa de riesgos de la gestión de la medicación hospitalaria
Una herramienta diseñada por FIDISP con la colaboración en su desarrollo de BD y la Ayuda de Fundación MAPFRE
El daño al paciente puede producirse en cualquier lugar y en cualquier momento durante la atención sanitaria, independientemente de los procedimientos médicos. Los errores de medicación, los errores de diagnóstico, las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria y la resistencia a los antimicrobianos se encuentran entre los más frecuentes y graves eventos adversos (EA). Hasta el 70% de estos son potencialmente prevenibles y todos los profesionales que asisten al paciente contribuyen a ello. Por eso la seguridad del paciente es una prioridad.
Primum non nocere. Este principio médico de Hipócrates -el de no hacer daño- ha regido la práctica clínica desde la Grecia clásica. Pero fue en el año 2000 -a partir de la publicación del conocido informe “To Err is Human”– cuando dejó de ser un compromiso médico-paciente para pasar a formar parte de la cultura de las organizaciones sanitarias. La prevención en el ámbito de la seguridad del paciente es prioritaria, en cuanto que su aplicación en la asistencia sanitaria ayuda a reducir la aparición de riesgos innecesarios sobre los pacientes -y también a los profesionales- derivados de a misma. Y en este sentido, ya desde hace unos años empiezan a cobrar forma los conocidos como Mapas de Riesgos (MR). Y es que aunque en industrias de gran riesgo, como la aeroespacial o la nuclear.
El concepto de MR ya existe en Medicina desde los años 60 aunque centrado especialmente en el ámbito de la salud laboral. Su incorporación en la gestión de la seguridad del paciente toma auge en la última década de este siglo XXI, existiendo varias experiencias muy interesantes, como por ejemplo el MR para la mejora de la seguridad del paciente en los servicios de urgencias hospitalarios, (coordinado por FIDISP con la colaboración de SEMES y Fundación MAPFRE) u otros a nivel de bloque quirúrgico, laboratorio, hospitalización, farmacia hospitalaria o cuidados intensivos. Y es que aunque en industrias de gran riesgo, como la aeroespacial, los ferrocarriles, la industria del automóvil o la nuclear, los análisis prospectivos de riesgos están ampliamente utilizados, en medicina siguen estando, a pesar de todo poco implantados. Por ello la aparición de una Mapa de Riesgos sobre la gestión de la medicación hospitalaria que pueda ser utilizado por cualquier hospital, independientemente de sus características, supone un gran avance para la gestión de riesgos sanitaria y la seguridad del paciente. Y este es el caso de la herramienta diseñada por FIDISP con la colaboración en su desarrollo de Becton Dickinson (BD) y una Ayuda a la investigación de Fundación MAPFRE.
¿Qué es un mapa de riesgos?
Según un artículo publicado en la Revista de Sanidad e Higiene Pública en el año 1994, un mapa de riesgos es “todo instrumento informativo dinámico que permita conocer los factores de riesgo y los probables o comprobados daños” de un ámbito determinado.
Debe realizarse en cuatro fases. Empezando por el conocimiento profundo de los factores de riesgos que permita programar intervenciones preventivas sin improvisar. Siguiendo por el análisis de lo aprendido en el primer paso para determinar las prioridades. Continuando con la aplicación en la práctica de las intervenciones programadas. Y, por último, verificando la eficacia de dichas intervenciones en función de los objetivos establecidos.
¿Por qué elaborar un Mapa de Riesgos de la gestión de la medicación hospitalaria?
En 2005, el Estudio Nacional de Efectos Adversos ligados a la hospitalización (ENEAS) ponía sobre la mesa que el 9,3% de los pacientes ingresados presentaba un evento adverso (EA) derivado de la asistencia y que el 37,4% de estos incidentes estaban relacionados con la medicación.
Ante estas cifras parece importante actuar y aunque hay servicios de farmacia hospitalaria que ya han trabajado en esta dirección, nuestro grupo de trabajo ha coordinado la creación de un mapa de riesgos de la gestión de la medicación hospitalaria que comprenda todo el proceso de utilización del medicamento en el ámbito hospitalario (desde la selección y adquisición de un fármaco hasta su administración y monitorización posterior) y, lo más importante, que sea de aplicabilidad homogénea para cualquier tipo de hospital.
¿Quién ha desarrollado este Mapa de Riesgos?
En este proyecto prospectivo, multicéntrico y multidisciplinar han participado:
- La Fundación FIDISP, como expertos en mapas de riesgos y metodología de Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE) en el ámbito de la calidad y la seguridad del paciente.
- Equipos multidisciplinarios de médicos, farmacéuticos, enfermeras y responsables de calidad de cuatro hospitales públicos españoles: Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid), Hospital Universitario de Burgos, Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid) y Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla).
- Además este proyecto ha contado con la colaboración en su desarrollo de BD, compañía de tecnología sanitaria especializada en el desarrollo de soluciones innovadoras que ayudan a mejorar la seguridad del paciente, y también con la participación de Fundación Mapfre a través de la concesión de una ayuda a la investigación a la Fundación FIDISP.
¿Cómo se ha elaborado?
Para su diseño se ha utilizado la metodología AMFE, lo que implica la recogida de una minuciosa información acerca de cada paso existente en todos los procesos implicados. A partir de ahí, se identificaron los posibles fallos y sus causas, los efectos sobre los pacientes y su impacto en términos de frecuencia, gravedad y capacidad de detección. Tras ello se propusieron y priorizaron soluciones. El resultado final ha sido una herramienta que contempla 467 situaciones de riesgo autoevaluables durante el proceso de gestión de la medicación y un checklist para la medicación de alto riesgo.
El modelo de mapa de riesgo generado fue revisado en su fase final por un grupo de expertos consultores según metodología Delphi pertenecientes al Hospital Municipal de Badalona, al Hospital Clínico San Carlos de Madrid y a la Fundación Althaia de Manresa, así como por otros expertos en calidad hospitalaria a título individual.
¿Qué aporta a los hospitales este Mapa de Riesgos de la gestión del medicamento?
Al haber sido desarrollado de manera multicéntrica con la aportación de diferentes hospitales y por diferentes roles profesionales, este mapa de riesgos tiene tres características que hacen de él una gran herramienta de seguridad del paciente:
- Su homogeneidad, ya que es aplicable a cualquier hospital, independientemente de su nivel o categoría.
- Su capacidad de detectar el máximo número de riesgos que puedan existir en cualquiera de las etapas de la gestión del medicamento en el ámbito hospitalario, tanto los de mayor frecuencia y gravedad como los más excepcionales.
- Su poder de retroalimentación con las aportaciones de todos los que la empleen.
¿Cómo acceder a él?
El mapa de riesgos está ya disponible en formato digital. La web/App contiene el análisis de 467 situaciones autoevaluables distribuidas entre seis procesos de gestión del medicamento en los hospitales: selección y adquisición, prescripción, validación, dispensación, administración y monitorización.
La herramienta permitirá a cada hospital generar informes individualizados que incluirán la identificación de los riesgos detectados en el centro, así como su impacto en los pacientes y en la organización con el objetivo de que puedan implementar acciones de mejora y realizar un seguimiento. Además, ofrecerá la posibilidad de hacer benchmarking entre los centros hospitalarios que la usen y entre diferentes áreas sanitarias.
Hay que destacar que, tras la situación vivida en los centros sanitarios causada por la pandemia COVID-19, esta herramienta puede ser de gran utilidad para la reorganización hospitalaria y la gestión de la medicación.
La herramienta fue presentada el pasado 29 de septiembre de 2020 durante la 2ª Jornada FIDISP sobre Investigación e Innovación en Seguridad del Paciente-PREMIO FIDISP
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