Comportamientos y actitudes que preparan al receptor a escuchar, a concentrarse en la persona que habla y a proporcionar respuestas (feedback).
La escucha activa hace referencia a la comunicación bidireccional entre el profesional médico y el paciente, de tal manera que el último sienta que está siendo escuchado y el profesional pueda interpretar correctamente lo que refiere el paciente.
La escucha activa comprende las dimensiones verbales y no verbales.
Luis Jiménez Aranda (1845-1927)
Una sala del hospital durante la visita del médico en jefe (1889)
Museo del Prado
Contexto
En la exposición Nacional de 1892 el realismo social desbancó a la pintura religiosa y a la pintura histórica. Este cuadro adquirió gran prestigio al ser doblemente galardonado también en la Exposición Universal de París.
El realismo pues, se erigió y también en la actualidad, como visor de procesos cotidianos, además de propósitos meramente estéticos y en comunicador de masas.
La obra
Centrémonos en la imagen; la magia vivificante y aséptica del blanco de las camas, las paredes y la enferma fija nuestra atención. La enferma – enfermo, palabra que deriva del latin infirmus, compuesta por el prefijo de negación (in-) y la palabra firmus (firme), es decir el que no está firme – , en este caso es literal, ya que la paciente se muestra sin autoridad, ni razón. El blanco además nos introduce en el inicio del concepto de asepsia. La mayoría de los personajes visten ropa de calle; un estudiante, posiblemente más aventajado o en posesión de mayores conocimientos que el resto, y la enfermera llevan delantal blanco, intuyendo así el ejercicio de pre-asepsia que antes citábamos; además el sujeto aventajado, porta unos documentos que bien podrían ser el “historial médico” de la paciente. Vemos en la cabecera además la medicación de la protagonista de la escena. Aunque la estancia es espaciosa, se presupone que no estaría bien ventilada a juzgar por la hilera de enfermos y la altura de las ventanas que dificultarían la labor de la ventilación, pero hay indicios al menos de una primigenia higiene hospitalaria.
Pero lo más llamativo del cuadro es la relación que se establece entre el jefe médico y la paciente a través de la auscultación inmediata, que consiste en aplicar directamente la oreja del médico sobre la pared corporal del paciente para escuchar su murmullo vesicular; aunque esta práctica está ya abandonada y en el año en que se fechó este cuadro, ya pululaba por el mundo médico el celebérrimo estetoscopio; la imagen por tanto, más que científica es HUMANA.
¿Qué ha cambiado desde el XIX hasta nuestros días? Además de lo obvio, en cuanto al avance de la tecnología y el magnífico corpus que nos ofrece la ciencia, la ESCUCHA ACTIVA ese el gran olvidado de la Seguridad del Paciente, como garante y comunicador eficaz de la Seguridad del Paciente en la relación terapéutica.
Seguridad del Paciente – #1 Escucha Activa
En la relación médico-paciente hay que tener en cuenta:
- La disposición psicológica y física del profesional para identificar síntomas físicos y psicológicos es esencial.
- La función fática del lenguaje (asentimiento con la cabeza, dirigir la mirada al paciente, no interrumpir si no es necesario) y prestar especial atención al lenguaje no verbal con expresiones, acompañándolo con movimientos de asentimiento y atención.
- Dejar tiempo al paciente para responder, buscar un equilibrio entre preguntas abiertas y preguntas cerradas, comenzando la conversación con preguntas del tipo abiertas.
- Repetir si es necesario, reformulando las respuestas si no hemos sido entendidos con claridad o el paciente divaga en sus explicaciones.
- Especial atención a pacientes con dificultad en el lenguaje o pacientes que se comunican en otros idiomas; en estos casos, en estas situaciones el profesional fórmula preguntas cortas si es posible de respuesta dicotómica SI/NO.
- Identificar las dificultades de comunicación en el mapa de riesgos.
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