Incidente de seguridad referido a situaciones en las que los pacientes sufren caídas durante su atención médica o en el entorno hospitalario. Las caídas pueden tener consecuencias graves para la salud de los pacientes y pueden provocar lesiones, prolongación de la estancia hospitalaria y compromiso del estado de salud inicial del paciente.
La identificación y abordaje temprano de los factores de riesgo son la clave para prevenir las caídas y sus consecuencias asociadas.
La caída de Ícaro
Jacob Peeter Gowy(1615- 1661) – Pintura flamenca
Museo del Prado (Madrid) – en la actualidad en préstamo en el Museo de Belas Artes Da Coruña
Contexto
La región de Flandes, comprendía lo que en la actualidad es Bélgica, los Países Bajos y Francia; desempeñó un papel crucial desde un punto de vista económico, político y religioso, especialmente durante el Renacimiento y la Reforma.
Flandes estuvo bajo el dominio de los Habsburgo durante gran parte de los siglos XV y XVI, ya que la región fue heredada por la Casa de Borgoña y posteriormente pasó a formar parte de los dominios de los Habsburgo españoles.
Experimentó un gran desarrollo económico impulsado por la industria textil, especialmente en la fabricación de tapices y por representar el epicentro comercial de la zona, con ciudades de gran relevancia y población como Gante, Brujas y Amberes.
Flandes fue escenario, además, de numerosos conflictos bélicos ya que la región fue disputada entre las potencias europeas, incluyendo España y Francia. La Revuelta de Flandes (1568-1648) y la Guerra de los Ochenta Años fueron conflictos donde se luchaba contra el dominio español; en 1609 se firmó la Tregua de los Doce Años, poniendo fin temporalmente a las hostilidades de la región.
La Reforma Protestante tuvo también un impacto directo y significativo en Flandes; un sector importante de la población abrazó las ideas reformistas, aunque la mayoría se mantuvo católica.
El periodo entre 1615 y 1661 abarcó un momento crucial en la historia de la filosofía y de la ciencia, marcado por importantes cambios en el pensamiento y la aparición de nuevas corrientes intelectuales como el empirismo. El principio empirista sostiene que el conocimiento deriva de la experiencia y la observación directa; en la práctica médica implica la recolección de datos observacionales, la realización de estudios clínicos y la aplicación de la evidencia tangible; estas premisas han llegado hasta nuestros días como “método científico” y contribuyeron de forma directa en el desarrollo de la medicina como ciencia.
La obra
La pintura flamenca se refiere a la tradición artística que se desarrolló en los Países Bajos durante los siglos XV y XVI. Destacó por su atención meticulosa a los detalles y a la representación realista de objetos y personas a través de texturas y efectos de luz de gran precisión.
Los artistas flamencos utilizaron una paleta rica y variada con colores intensos, creando magníficos contrastes entre luces y sombras. Es de destacar el innovador uso de un pigmento muy caro para la época, el azul de lapislázuli, que contribuyó a la riqueza cromática de muchas obras. Respecto a la temática, debido a que la Iglesia católica era un importante mecenas, la temática religiosa fue muy frecuente, aunque también se abordaron obras de temas profanos como retratos, naturalezas muertas, representaciones de la vida cotidiana y temas mitológicos, como el que nos ocupa.
La historia de Icaro es un clásico de la tradición mitológica griega sobre la arrogancia y la desobediencia a las advertencias paternas.
Dédalo, artesano y arquitecto estaba encarcelado junto a su hijo Icaro en la isla de Creta por el rey Minos; Dédalo había diseñado el Laberinto que custodiaba al Minotauro y Minos no quería que este conocimiento se divulgara. Para escapar, Dédalo ideó unas alas de plumas pegadas con cera. Antes de emprender la huida, Dédalo advirtió a su hijo que no debía volar ni demasiado cerca del sol, porque se derretiría la cera, ni demasiado cerca del mar, porque se mojarían las plumas. Icaro desoyó las advertencias de su padre, se acercó demasiado al sol y cayó al mar, pereciendo ahogado.
La triste historia de Icaro se ha reinterpretado en numerosas ocasiones estableciendo analogías con la modernidad respecto a la ambición y deseo de libertad, que puede interpretarse como un anhelo humano y universal de superar restricciones, límites y prisiones para buscar una vida más plena, y la impulsividad y desobediencia como rasgo definitorio de la juventud y de diferencia generacional respecto a los progenitores; pero sin duda, el aspecto más evidente y destacable es el de la prudencia, el autocontrol y del entendimiento de los límites de la vida humana; una reflexión que nos llega intacta hasta nuestros días.
Seguridad del Paciente – #9 Caídas
- Las caídas siguen siendo un problema de salud pública de primer orden. Algunos de los factores de riesgo asociados son modificables, por lo que impera la implantación de programas encaminados a reducir el problema. Entre un 6 y un 10% de las caídas tienen consecuencia grave.
- Las caídas es el evento adverso más notificado en los centros sanitarios, después de los problemas de medicación. Los pacientes ingresados en hospitales tienen un riesgo superior a caídas que los que están en la comunidad.
- Es preciso evaluar y reevaluar el riesgo de caída de forma individualizada, analizando factores intrínsecos de la persona, como patologías neurológica y psiquiátrica, cardiovascular, del aparato locomotor, patología sensorial múltiple, así como medicamentos, y tener en cuenta posibles factores extrínsecos que pueden contribuir o provocar la aparición de caídas en la vivienda, en calles, plazas, jardines, o la accesibilidad a los medios de transporte.
- Es recomendable establecer planes educación al paciente y cuidadores principales sobre la importancia de la prevención de las caídas, tanto en el entorno sanitario como en el doméstico.
- En caso de detectar factores extrínsecos que pueden provocar caídas, es preciso establecer acciones correctivas ambientales relativas a iluminación, estancias, baños adaptados, calzado adecuado, elementos de sujeción, etc.
- Es requisito imprescindible ante toda caída hacer una valoración del estado del paciente, en búsqueda de posibles lesiones musculoesqueléticas en extremidades, contusiones costales con/sin repercusión respiratoria y la existencia o no de traumatismo craneoencefálico. En caso de no objetivar lesiones es recomendable el seguimiento en las próximas 24-48 horas sobre el estado del paciente, especialmente en los casos de traumatismos craneoencefálicos.
- En los centros sanitarios es preciso hacer una valoración del riesgo de caída del paciente a su ingreso, cada vez que haya un cambio en la movilidad o autonomía del paciente, después de un traslado de unidad, y a intervalos regulares cada 7 días en los hospitales de agudos y cada 21 en centros sociosanitarios.
Para saber más:
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